17 noviembre, Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Pulmón
pulmón es el segundo con mayor incidencia en el mundo y el que más muertes provoca: 18% del total de muertes por cáncer, casi 1,8 millones de fallecimientos al año. En nuestro país se estima que en 2022 se habrá diagnosticado esta enfermedad a más de 31.000 personas. La SEOM apunta al tabaco como la causa del 85-90% de los cánceres de pulmón, factor de riesgo además para multitud de tumores como cabeza y cuello, vejiga o tumores digestivos.
Desde el Servicio de Cirugía Torácica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), el Dr. Juan Carlos Peñalver, jefe del servicio y los médicos adjuntos la Dra. Karol De Aguiar y el Dr. Miguel Arrarás, analizan las claves de un tipo de cáncer que representa en nuestro país la primera causa de mortalidad por cáncer en el hombre y la segunda en la mujer, tras el cáncer de mama.
¿Afecta el cáncer de pulmón más a hombres que a mujeres? ¿A partir de qué edad es más frecuente?
(Dr. Peñalver) La incidencia del cáncer de pulmón en nuestro país, es el doble en hombres (87,5 / 100.000) que en mujeres (41,4 / 100.000). Esta diferencia se ha ido acortando muy rápidamente a lo largo de los últimos años, siendo una de las causas fundamentales la incorporación de la mujer española, antaño no fumadora, al hábito tabáquico. Afortunadamente, la incidencia en el varón está mostrando una tendencia a la disminución, en relación directa con la reducción del hábito tabáquico, hecho que no se observa en las mujeres, en las que se ha casi triplicado la incidencia entre 2001 y 2022.
La edad de mayor incidencia del cáncer de pulmón se sitúa alrededor de los 70 años, siendo ésta algo menor en las mujeres, más próxima a los 60. Aunque muy pocas personas diagnosticadas tienen menos de 45-50 años, el riesgo empieza a aumentar de forma importante a partir de esta edad.
¿Qué relación existe entre el cáncer de pulmón y el número de cigarrillos?
(Dr. Peñalver) El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta en función del tiempo que se lleva fumando, la cantidad de cigarrillos diarios y la edad a la que se inicia el hábito. Las personas que fuman cigarrillos son entre 15 y 30 veces más propensas a contraer cáncer de pulmón o a morir debido a esta enfermedad, que las personas que no fuman. Por término medio, los fumadores pierden al menos 10 años de vida en comparación con quienes nunca han fumado. Por ello, la mejor forma de prevención del cáncer de pulmón es no iniciar el hábito tabáquico.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
(Dra. De Aguiar) Los signos de alerta en el cáncer de pulmón son muy inespecíficos, ya que éstos están presentes en una población mayoritariamente fumadora y sin que supongan obligatoriamente una sospecha diagnóstica. Sin embargo, hay signos que deben de tenerse siempre en cuenta, la presencia de sangrado con la tos, el cambio del tipo de tos habitual en el fumador, el cambio del tono de la voz de forma mantenida, la presencia de dolor torácico localizado y mantenido en el tiempo sin antecedentes traumáticos, el diagnóstico de cuadros de neumonía repetitivos y próximos en el tiempo, son los síntomas de alerta más frecuentes en el cáncer de pulmón.
¿Cuáles son las principales técnicas para diagnosticar el cáncer de pulmón?
(Dra. De Aguiar) Las técnicas para el estudio de una sospecha de cáncer de pulmón son fundamentalmente radiológicas. Desde la radiografía simple de tórax, con unas limitaciones diagnósticas muy importantes, hasta la tomografía computariza de baja dosis (TCBD), que supone la base de los programas de detección precoz de este tipo de cáncer en personas asintomáticas, y la TC convencional y la tomografía de emisión de positrones (PET). Estas técnicas no invasivas suponen un importante apoyo tanto en el diagnóstico como en el estudio de extensión del tumor, informando tanto de las características morfológicas y su relación con el resto de estructuras anatómicas, como metabólicas- a nivel pulmonar, ganglionar etc.- y la posible presencia de metástasis.
En otros casos, son necesarias técnicas más invasivas como la biopsia pulmonar transtorácica, la fibrobroncoscopia (FBC), la ecofibrobroncoscopia (EBUS) y, más recientemente, la FBC guiada con navegador. En ocasiones, hay que llegar a completar el diagnóstico-extensión con técnicas quirúrgicas (la toracoscopia, la mediastinoscopia, la hilioscopia y diferentes tipos de biopsia).
¿Sigue siendo la cirugía como mejor arma terapéutica ante un cáncer de pulmón?
(Dra. De Aguiar) Efectivamente, la cirugía sigue siendo, actualmente, la mejor opción terapéutica para estos pacientes, pero su indicación queda limitada a sus fases más tempranas, aquellas en las que el tumor se encuentra localizado únicamente en el tórax. El éxito de ésta requerirá la resección del tejido pulmonar que contiene el cáncer, abarcando parte o la totalidad del pulmón y los ganglios linfáticos regionales.
Asimismo, la cirugía también juega un importante papel en el diagnóstico y estadificación de la enfermedad, formando parte de un equipo multidisciplinario cuyo objetivo es ofrecer el mejor tratamiento, desde las resecciones quirúrgica en primera línea, hasta tratamiento multimodal con quimioterapia, inmunoterapia y/o radioterapia antes o después de la cirugía, individualizando la estrategia terapéutica en cada caso.
¿Qué tipos de cirugía son los más frecuentes?
(Dr. Arrarás) Hasta hace unos años, el abordaje “clásico” en la cirugía de este tipo de tumores era la “toracotomía”, una amplia incisión en la cara lateral del tórax, con el consecuente traumatismo en los tejidos de la zona. Actualmente, esta incisión está siendo desplazada por técnicas menos invasivas como la cirugía videoasistida (VATS) o la cirugía con asistencia robótica (RATS), que entre otras ventajas minimizan el estrés quirúrgico, disminuye el dolor postoperatorio, la estancia hospitalaria y mejoran la recuperación a corto plazo.
La detección precoz de los tumores pulmonares nos está facilitando detectarlos en fases más precoces y, por tanto, con menor tamaño e invasión de otras estructuras anatómicas, permitiéndonos contemplar como primera opción quirúrgica las técnicas mínimamente invasivas, dejando la toracotomía para casos oncológicamente más complejos.
¿Qué es el manejo fast-track y qué ha supuesto en la recuperación del paciente?
(Dr. Arrarás) Con el objetivo de reducir la respuesta al estrés quirúrgico, la disfunción de órganos y acortar de forma muy significativa el tiempo requerido para una recuperación completa, desde hace unos años se implementa el manejo quirúrgico fast-track. Se trata de un protocolo que incluye diferentes técnicas anestésicas; de control del dolor; de rehabilitación respiratoria y temprana deambulación, etc. que, a modo de engranaje, se llevan a cabo de forma multidisciplinar por cirujanos, anestesistas, fisioterapeutas, personal de enfermería, etc.
Para ello, es siempre fundamental la implicación y colaboración del propio paciente en el proceso perioperatorio, y ello se consigue, previamente en la consulta preoperatoria, con una pormenorizada información de todo el proceso quirúrgico.