Cáncer de colon: el diagnóstico precoz y el cribado, claves en la curación de hasta el 90% de los casos. El 31 de marzo se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Colon
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer colorrectal será, en 2025, el tipo de tumor más diagnosticado a nivel global en España, y tener más de 50 años está entre los factores de riesgo para padecerlo, como explican desde la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO).
Pese a la alta incidencia, casi 45.000 nuevos casos al año en España, los expertos son optimistas: el 90% de los casos se logran curar si diagnostican en una fase temprana. Pero para ello es fundamental “aprovechar las herramientas que tenemos a nuestra disposición y al alcance de todos”, subraya el Dr. Marcos Melián, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del IVO. Estas herramientas de prevención, el screening o cribado, han sido claves para incrementar la supervivencia, que como recuerda la SEOM, se ha duplicado en los últimos 20 años. Se estima que los programas de cribado podrían evitar un tercio de las muertes por cáncer colorrectal, lo que supone salvar más de 3.600 vidas en nuestro país al año.
Factores de riesgo
Además del envejecimiento, otros factores que contribuyen al desarrollo del cáncer colorrectal incluyen aspectos genéticos y relacionados con el estilo de vida. De esta manera, existe un riesgo elevado en personas con antecedente de enfermedad inflamatoria intestinal, antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal o pólipos colónicos, o síndromes hereditarios de cáncer colorrectal.
Esta enfermedad, que experimenta un notable incremento con la edad, también se asocia a factores ambientales como la obesidad, la dieta rica en grasas animales, carnes rojas y comida procesada, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la diabetes mellitus y la composición de la microbiota intestinal. Como explica el Dr. Melián, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del IVO, “lo ideal es favorecer el consumo de otras carnes de origen animal como las aves blancas y el pescado y limitar su ingesta a situaciones esporádicas”. Po su parte, el consumo de productos lácteos, frutas y verduras, así como otras fuentes de fibra, también podría proteger contra el cáncer de colon.
La importancia de los programas de diagnóstico precoz
La alta mortalidad de este cáncer se da, en muchos casos, como consecuencia del diagnóstico tardío, “Es el paradigma de cáncer susceptible de detección precoz”, subraya la Dra. Fernanda Maia de Alcántara, médico adjunto Unidad de Digestivo del IVO. Y más teniendo en cuenta que el cáncer de colon no produce grandes síntomas identificables hasta etapas muy avanzadas y que alguno de esos síntomas puede ser similares a los de otras enfermedades digestivas benignas: cambios en el hábito intestinal, estreñimiento, diarrea, sangre en las heces, dolor abdominal, pérdida de peso inexplicada, sensación de evacuación incompleta, heces más estrechas de lo normal o fatiga excesiva.
Por ello es de vital importancia el cribado poblacional mediante test de sangre oculta en heces a partir de los 50 años. “Es una prueba sencilla, el paciente la realiza en su domicilio, y permite detectar pequeñas cantidades de sangre en las heces, que no son visibles a simple vista, lo que podría indicar la presencia de pólipos o cáncer colorrectal”, comenta la Dra. Maia de Alcántara. Si aparecen hay que descartar otras causas y para ello se debe realizar una colonoscopia, “el método más preciso para diagnosticar esta enfermedad. Permite la detección y extirpación de pólipos, con el fin de prevenir su transformación en cáncer, así como la toma de biopsias de áreas sospechosas”.
Investigación y medicina de precisión
Como explican desde el IVO, en los últimos años los desarrollos en el campo de la investigación han permitido avances significativos en los tratamientos médicos, que ahora son más precisos, efectivos y personalizados. Asimismo, las técnicas quirúrgicas han evolucionado hacia procedimientos menos invasivas, favoreciendo una recuperación más rápida y mejorando la calidad de vida del paciente a lo largo del proceso de la enfermedad.
Todo ello es posible gracias a la investigación y los ensayos clínicos, fundamentales para el desarrollo de nuevos tratamientos, la mejora de los existentes y el acceso de los pacientes a la última innovación terapéutica. “Son extremadamente importantes. Permiten la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos, mejoran los tratamientos existentes y dan acceso a los pacientes a la última innovación terapéutica”, destaca el Dr. Melián.
Uno de los principales ejes de estas investigaciones es la Medicina de Precisión. “Se trata de conocer molecularmente la enfermedad para individualizar el tratamiento de cada paciente. Esto influye en el tipo de fármacos que empleamos, que pueden incluir terapias dirigidas contra genes específicos o tratamientos de inmunoterapia capaces de activar el sistema inmunológico para que combata la enfermedad directamente”, explica el Dr. Melián Sosa.
Una vez confirmado el diagnóstico, “es muy importante individualizar el tratamiento de cada paciente y esto se realiza gracias a los comités multidisciplinares donde participan diferentes especialistas: cirujanos, oncólogos médicos, oncólogos radioterápicos, radiólogos, médicos nucleares, médicos digestivos, patólogos, biólogos moleculares y psicólogos, y se toman las decisiones de forma unificada para establecer una estrategia de tratamiento individualizada, atendiendo a las características clínicas, patológicas y moleculares del tumor de cada paciente y teniendo en cuenta sus preferencias y deseos”, asegura el médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del IVO.
Cirugía robótica al servicio del paciente con cáncer de colon
Por lo que respecta a la cirugía, uno de los pilares del tratamiento del cáncer de colon, las técnicas han avanzado para ser menos agresivas y favorecer la recuperación más rápida del paciente. Hoy en día se está impulsando la cirugía robótica. «Supone una clara mejoría en la capacidad del cirujano para realizar la intervención, con mejor visión, capacidad de movimientos y mayor seguridad, con lo que mejoran los estándares de calidad de la cirugía y los resultados para el paciente, que se recupera mejor”, destaca el Dr. Fernando Carbonell Castelló, médico adjunto del servicio de Cirugía General y Digestiva del IVO, quien pone en valor que el IVO cuenta con dos robots Da Vinci y, desde el año 2019, está realizando cirugía robótica del cáncer colorrectal, “contando con una experiencia acumulada significativa y unos resultados claramente positivos que mejoran los estándares de calidad en la atención integral del cáncer de colon.
Como explica el Dr. Carbonell, existen otros tratamientos quirúrgicos que están consiguiendo buenos resultados, como el tratamiento quirúrgico de la metástasis de hígado, pulmón, peritoneo o recidivas y la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica. «Esto ha permitido conseguir que pacientes que antes tenían mal pronóstico, ahora estén libres de enfermedad o tengan la enfermedad controlada y sobrevivan muchos años con muy buena calidad de vida”, asegura el médico adjunto del servicio de Cirugía General y Digestiva del IVO. También ha sido muy importante la medicina perioperatoria, “se trata de conseguir optimizar el estado de salud del paciente para afrontar tratamientos quirúrgicos que muchas veces son complejos”.
Contrario a la creencia de que todos los tumores de colon requieren una ostomía permanente con bolsa para la evacuación de orina y heces, el Dr. Carbonell aclara que este procedimiento se realiza en casos excepcionales y únicamente cuando es estrictamente necesario. “Actualmente, estos pacientes disponen de dispositivos avanzados y atención especializada de enfermería, lo que les permite mantener una buena calidad de vida”, subraya.
Radioterapia más precisa
A esto se suman las terapias combinadas, que consisten en integrar tratamientos como la radioterapia o la radiología intervencionista junto a la cirugía. “La radioterapia permite tratamientos más precisos, efectivos y personalizados, lo que facilita la destrucción de las células tumorales con un menor daño a los tejidos sanos”, explica la Dra. Oriana Patro Carreño, médico adjunto del servicio de Oncología Radioterápica del IVO. Gracias a avances como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), la radioterapia guiada por imagen (IGRT) y la integración con resonancia magnética (MR Linac), se han logrado reducir los efectos secundarios y mejorar los resultados en diversos tipos de cáncer.
“Además, su uso en estrategias como ‘ver y esperar’ en cáncer de recto permite evitar cirugías innecesarias, mejorando la calidad de vida de los pacientes”. ¿En qué consiste esa estrategia? “Es un avance en la medicina personalizada y está cambiando la forma en que se maneja el cáncer de recto en estadios avanzados, ofreciendo una alternativa segura y menos invasiva. Permite evitar la cirugía, en pacientes seleccionados, que logran una respuesta clínica completa después de un tratamiento con quimiorradioterapia neoadyuvante total, en lugar de someterse a una cirugía radical. Posteriormente requieren de un seguimiento estricto cada 3-6 meses con examen físico, resonancia magnética y colonoscopia. Precisamente el éxito de este enfoque radica en el seguimiento estricto y multidisciplinar, lo que permite detectar y tratar a tiempo cualquier reaparición del tumor”, aclara la Dra. Oriana Patro Carreño.
En el ámbito de la radioterapia, es importante destacar la prontoterapia, que consiste en utilizar protones en lugar de fotones para el tratamiento del cáncer. “Su principal ventaja radica en su alta precisión, ya que los protones liberan su energía directamente en el tumor, reduciendo la radiación en los tejidos sanos circundantes. Esta técnica tiene un gran potencial en el cáncer colorrectal, especialmente en casos de reirradiación y reducción de toxicidad”, comenta la médico adjunta del Servicio de Oncología Radioterápica del IVO. Sin embargo, también señala que su uso todavía es limitado y que se requieren más estudios para evaluar su impacto en la supervivencia y el control del cáncer colorrectal.