Los especialistas recomiendan realizarse pruebas y análisis a todos los hombres a partir de 45 años y a los 40 años si hay antecedentes familiares para la detección precoz del cáncer de próstata.
El cáncer de próstata es una enfermedad que afecta a un número significativo de hombres en todo el mundo. Según el doctor Juan Casanova, jefe del servicio de Urología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), «los síntomas más representativos de este tipo de cáncer incluyen dificultad para orinar, pérdida de fuerza en el chorro de la orina, micción imperiosa, y orinar con más frecuencia, sobre todo de noche, y presencia de sangre en la orina o en el semen». Además, en casos donde la enfermedad está más avanzada, «los pacientes pueden presentar dolores óseos debido a metástasis en los huesos”.
En los estadios iniciales, el cáncer de próstata puede presentar síntomas similares a la hipertrofia benigna de próstata, una condición que afecta a aproximadamente el 25% de los hombres mayores de 50 años. Para una detección temprana, los especialistas recomiendan que todos los hombres a partir de los 45 años o a partir de los 40 años si hay antecedentes familiares se sometan a un cribado mediante un análisis de sangre para determinar los niveles de antígeno prostático específico (PSA).
En los últimos cinco años, se ha comprobado que «la realización de una resonancia magnética multiparamétrica y la identificación de determinados biomarcadores cuando hay sospecha analítica por PSA elevado pueden optimizar el diagnóstico y seleccionar qué pacientes deben someterse a biopsia de próstata, afirma el doctor Casanova. La base diagnóstica sigue siendo la biopsia, y actualmente es preferible la «biopsia transperineal, guiada por un estudio previo de resonancia magnética para dirigirla a las zonas sospechosas si las hubiere”, añade.
El tratamiento del cáncer de próstata varía según las características individuales de cada paciente, incluyendo su edad, comorbilidades, niveles de antígeno prostático específico (PSA), y el estadio y grado del tumor. «El tratamiento debe ser individualizado, ‘a la carta'», comenta el doctor Casanova.
Para los tumores de muy bajo riesgo, se recomienda una vigilancia activa con un seguimiento estricto. La prostatectomía radical es el tratamiento más estandarizado que también permite extirpar al mismo tiempo los ganglios pélvicos cuando hay riesgo de que estén afectos. Dicha cirugía puede realizarse de manera convencional, laparoscópica o preferiblemente con asistencia robótica.
Otra alternativa es el tratamiento focal, en casos de tumores muy localizados y bien identificados, basado en la Resonancia Magnética y la Biopsia por Fusión, que trata únicamente la zona de la próstata afectada por el cáncer, preservando la continencia y la potencia en casi el 100% de los casos.
El doctor Casanova subraya la importancia de la detección precoz, ya que «esta es clave para garantizar la supervivencia de los pacientes». En fases tempranas, el cáncer de próstata tiene una tasa de supervivencia del 100% a cinco años. Sin embargo, cuando el tumor se vuelve metastásico, «no se considera curable, a pesar de los avances recientes».
Diagnóstico precoz
En el IVO, el programa de Diagnóstico Precoz Oportunista para el Cáncer de Próstata incluye un tacto rectal y una analítica de sangre para determinar el PSA. Ante un tacto sospechoso y niveles de PSA por encima de 4 ng/ml, «se realiza una resonancia magnética y el caso se lleva a un Comité Uro-Radiológico para determinar la necesidad de una biopsia, optimizando así el diagnóstico y evitando biopsias innecesarias”, explica el doctor Casanova.
Planificación de tratamientos
La biopsia es fundamental para confirmar la existencia de cáncer y determinar sus características histológicas. La doctora Ana Calatrava, jefa del Servicio de Anatomía Patológica del IVO, afirma que «la valoración conjunta de la biopsia y la resonancia permite escoger la opción terapéutica más adecuada para cada paciente y en cada momento de la enfermedad».
Actualmente, hay ensayos clínicos que exploran la posibilidad de confirmar la existencia de cáncer de forma inmediata mediante microscopía confocal, que podrían permitir el tratamiento tras el diagnóstico de manera simultánea en el mismo procedimiento.
La resonancia magnética (RM) de próstata ha revolucionado el estudio inicial del paciente con sospecha de cáncer de próstata. La doctora Paula Pelechano, médica adjunta del servicio de Radiodiagnóstico del IVO, afirma que la «RM es esencial para decidir la necesidad de una biopsia y para guiar la planificación de tratamientos». La interpretación de la RM mediante el sistema PI-RADS permite evitar biopsias innecesarias y dirigirlas con mayor precisión hacia las lesiones sospechosas. Además, la «RM juega un papel crucial en la estadificación inicial, la planificación de tratamientos y el seguimiento de la respuesta terapéutica”, concluye la doctora Pelechano.
Tratamiento del cáncer de próstata
La radioterapia es otra opción de tratamiento muy eficaz para la mayoría de los estadios del cáncer de próstata. Según el doctor Leoncio Arribas, jefe del servicio de Oncología Radioterápica del IVO, en estadios iniciales de bajo riesgo, la «braquiterapia es una alternativa a la cirugía con resultados muy prometedores». Para estadios intermedios y localmente avanzados, la «combinación de braquiterapia, radioterapia externa y hormonoterapia es una opción muy eficaz». Además, la radioterapia tiene un papel crucial en el tratamiento del dolor causado por metástasis óseas y otras complicaciones. Los avances tecnológicos y en la planificación radioterápica han permitido reducir el número y la gravedad de las complicaciones, haciendo cada día más seguras estas técnicas. “La amplia experiencia que tiene el IVO le permite ofrecer a cada paciente el tratamento radioterápico que más se adecua a sus necesidades, tanto a nível de radioterapia externa como de braquiterapia”, explica el facultativo.
Una vez confirmado el diagnóstico de cáncer de próstata, el protocolo de tratamiento depende de la extensión de la enfermedad. El doctor Miguel Ángel Climent, jefe clínico del servicio de Oncología Médica del IVO, señala que es crucial verificar si el cáncer está localizado en la próstata o si ha metastatizado a otros órganos. Las pruebas diagnósticas avanzadas como el PET colina o el PET PSMA han mejorado la detección de metástasis. Si el tumor está localizado, las opciones de tratamiento incluyen «cirugía (prostatectomía radical) o radioterapia radical». En caso de metástasis, las «terapias hormonales antiandrogénicas, junto con nuevos tratamientos hormonales y quimioterapia, son fundamentales” añade el doctor Climent.
La inmunoterapia en el cáncer de próstata aún está en fase de investigación, pero hay muchos ensayos clínicos en marcha. Según el doctor Climent, aunque los resultados han sido desalentadores hasta ahora, «sigue habiendo esperanza en que futuras investigaciones puedan ofrecer nuevas opciones terapéuticas”.
Tecnología avanzada del IVO
El IVO dispone de tecnología avanzada como el robot Da Vinci Xi para la cirugía del cáncer de próstata, siendo en la actualidad la mejor herramienta al alcance de los cirujanos para abordar cirugías complejas de manera mínimamente invasiva y al mismo tiempo seguras.
El doctor Álvaro Gómez-Ferrer, jefe clínico del servicio de Urología del IVO, destaca que la «cirugía robótica ofrece ventajas significativas para el paciente, como la reducción del dolor postoperatorio y una recuperación más rápida. Para el cirujano, proporciona precisión quirúrgica, visión aumentada en 3D, y una mejor ergonomía, lo que mejora los resultados funcionales de la prostatectomía y minimiza las complicaciones quirúrgicas.
Todo ello redunda en un refinamiento técnico frente a la cirugía convencional y laparoscópica que mejora los resultados funcionales de la prostatectomía (continencia urinaria y potencia sexual), minimiza las complicaciones quirúrgicas y acorta la estancia en el hospital, manteniendo unos resultados oncológicos óptimos”
Avances en la investigación
En cuanto a la predisposición genética al cáncer de próstata, el doctor José Antonio López Guerrero, jefe del Servicio de Biología Molecular del IVO, explica que hay dos situaciones familiares que aumentan el riesgo: el cáncer de próstata familiar y el hereditario. Este último es menos frecuente y se asocia a mutaciones en genes que pueden heredarse. Los estudios genéticos han identificado numerosos loci asociados a un mayor riesgo, pero aún quedan muchos factores genéticos por descubrir.
Las últimas investigaciones en cáncer de próstata se centran en mejorar la detección precoz y desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. La identificación de biomarcadores específicos, la introducción de la biopsia líquida y el desarrollo de fármacos dirigidos son algunos de los avances destacados. El Servicio de Biología Molecular del IVO trabaja en la «identificación de biomarcadores que puedan incorporarse a la práctica clínica, especialmente en el diagnóstico del cáncer de próstata localizado y en la vigilancia de tumores de bajo grado”, según comenta el doctor López Guerrero.