Las características de nuestra sociedad actual: el medio ambiente, el estilo de vida, la incorporación de nuevos países al desarrollo económico, los avances en investigación, las técnicas de diagnóstico precoz y el aumento de la esperanza de vida hace que aumente el número de pacientes diagnosticados. Podemos afirmar que, la puesta en marcha de programas de diagnóstico precoz y el continuo avance y mejora de los tratamientos disponibles gracias a la investigación, en España se curan ya más del 50% de los pacientes.
Desde hace más de cuarenta años, la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), centro monográfico especializado en la asistencia al paciente con cáncer, desarrolla una continua labor investigadora para estar permanentemente a la vanguardia de las terapias que permiten combatir la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud nos recuerda que “al menos un tercio de todos los casos de cáncer son prevenibles, la prevención es por tanto la mayor estrategia para el control del cáncer”, en esta línea la Fundación IVO incide en la importancia de adquirir hábitos de vida saludable para prevenir el cáncer. Abandonar el hábito de fumar, exponerse adecuadamente al sol, cuidar la alimentación o hacer ejercicio con regularidad disminuye en un 40% la probabilidad de tener cáncer. De hecho, la Dra. Elena Oliete, Médico adjunta de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del IVO, nos recuerda la importancia de tener unos hábitos de vida saludable “es un objetivo que debemos conseguir. Estos hábitos inciden positivamente y con fuerza en nuestra salud y nos protegen del desarrollo de múltiples patologías”.
Es importante subrayar la importancia del Código Europeo Contra el Cáncer 2015, se trata de una iniciativa de la Comisión Europea que quiere llegar a los ciudadanos y concienciarles sobre lo que pueden hacer por ellos o por su familia para reducir el riesgo de cáncer. La 4ª edición, la vigente actualmente, contiene doce recomendaciones que casi todos podemos seguir sin conocimientos ni ayuda especiales. Su carácter es sumatorio, cuantas más recomendaciones sigamos, menor será el riesgo de cáncer. Los autores de este código consideran que podría evitarse casi la mitad de las muertes por cáncer en Europa si todos siguieran estas recomendaciones. “Se trata, por tanto, de doce consejos imprescindibles que debemos incorporar a nuestro día a día para reducir el riesgo de padecer cáncer”. indica la Dra. Oliete.
En definitiva y según la Organización Mundial de la Salud, al menos un tercio de todos los casos de cáncer son prevenibles. Por ello, tal y como nos recomienda la Dra. Elena Oliete, “la prevención es la estrategia más eficaz para el control del cáncer y todos los actores implicados debemos aunar esfuerzos en esta línea. Sumando los esfuerzos individuales las acciones impulsadas y desarrolladas por los gobiernos y las organizaciones sanitarias.”
-
No fumar y apoyar políticas antitabaco
No consumir ningún tipo de tabaco. El consumo de tabaco es la principal causa de cáncer y es evitable. El riesgo de cáncer de pulmón es entre 20 y 25 veces superior entre fumadores (hombres y mujeres) que entre no fumadores. Hay que tener en cuenta que el cáncer de pulmón es la primera causa de muerte en el mundo civilizado. Hacer de su casa un hogar sin humo. Apoyar las políticas antitabaco en su lugar de trabajo. El propio domicilio es, con frecuencia, un lugar de exposición al humo. No permitir que se fume en nuestras casas es un claro mensaje sobre nuestra actitud ante el tabaco.
-
Mantener peso
Está demostrado que se puede reducir el riesgo de cáncer mediante comportamientos alimenticios y de actividad saludables. En nuestro entorno se considera que seguir un estilo de vida saludable en línea con estas recomendaciones supone un riesgo de padecer cáncer 18% menor que quienes no respetan dichas recomendaciones en cuanto a estilo de vida y peso corporal. Es importante mantenerse en un peso corporal saludable ya que tendremos menor probabilidad de presentar los trastornos que causa el exceso de grasa corporal, como son algunos tipos de cáncer, de cardiopatías y diabetes, entre otros.
-
Hacer ejercicio
La actividad física ayuda a no engordar y a mantener un peso corporal saludable. Se considera que el riesgo de cáncer es un 4% más bajo entre las personas que practican a diario una actividad física moderada, como mínimo durante 30 minutos al día cinco días a la semana o 150 minutos semanales que entre quienes no realizan actividad física.
-
Cuidar la alimentación
Es aconsejable consumir gran cantidad de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, así como disminuir el consumo de carne roja y de alimentos con mucha sal, evitando la carne procesada. Deben limitarse también los alimentos hipercalóricos y las bebidas azucaradas.
-
Limitar el consumo de alcohol
Todo consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer. Lo mejor para la prevención del cáncer es evitar las bebidas alcohólicas.
-
Protegerse del sol
La radiación procedente del sol contiene la radiación ultravioleta (UV) invisible que daña la piel. La intensidad del daño aumenta cuanto más dura la exposición al sol, y es mayor si la exposición coincide con las horas en las que el sol tiene más fuerza, en las horas más calurosas del día y los meses de verano.
-
Seguridad en el trabajo
En el trabajo, es recomendable protegerse de las sustancias cancerígenas cumpliendo las instrucciones de la normativa de protección del la salud y seguridad laboral. Conviene averiguar si se está expuesto a la radiación procedente de altos niveles naturales de radón en nuestro domicilio y tomar medidas para reducirlos.
-
Lactancia
La lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de la madre. Las mujeres que dan el pecho a sus hijos durante un tiempo prolongado corren menor riesgo de tener cáncer de mama posteriormente que las que no lo hacen. El Cáncer de mama es un tumor que se puede diagnosticar precozmente, incluso antes de que la paciente detecte ningún síntoma y esto es posible gracias al diagnóstico precoz mediante mamografía. Además, siga los consejos y prescripciones de su médico para el tratamiento con terapia hormonal sustitutiva.
-
Vacunas
Hay que asegurarse que sus hijos participen en programas de vacunación contra la hepatitis B y las niñas contra el virus del papiloma humano.
-
Diagnóstico precoz
Las personas, que por su edad y sexo pertenezcan a grupos de riesgo, deben participar en programas de prevención secundaria: detección precoz, que suponen una ayuda inestimable para descubrir a tiempo muchas dolencias oncológicas.