El Instituto Valenciano de Oncología, IVO, cuenta con la tecnología más avanzada e innovadora de cirugía mínimamente invasiva disponible, lo que supone un gran avance para la cirugía oncológica. Las intervenciones relacionadas con el cáncer son los procedimientos quirúrgicos más complejos y la tecnología robótica aporta grandes ventajas tanto para el paciente como para el cirujano.
El IVO cuenta desde mayo de 2019 con el último modelo de la plataforma Da Vinci, el modelo Xi, siendo uno de los pocos centros hospitalarios españoles en contar con el equipamiento completo. El modelo Xi se caracteriza por estar compuesto por cuatro elementos independientes pero perfectamente enlazados entre sí: una consola desde donde el cirujano realiza la intervención y que controla el resto de dispositivos, una torre de control del sistema que integra hasta 5 elementos, el sistema robótico con sus cuatro brazos en los que se montan los instrumentos quirúrgicos y finalmente la mesa quirúrgica específica del sistema, disponible en pocos hospitales, que permite la movilización del paciente sin el desmontaje y extracción de todos los instrumentos con el consiguiente ahorro de tiempo. El sistema puede complementarse, dependiendo del tipo de intervención quirúrgica, con otros dispositivos (monitores digitales satélites, sistemas de fijación del paciente, quinta puerta de acceso, etc.) con la finalidad de facilitar y hacer más seguros los procedimientos que correspondan.
Esta tecnología supone la última evolución de la cirugía mínimamente invasiva, posterior a la laparoscopia, y en la que el cirujano no opera con sus manos, sino manipulando un robot a distancia, permaneciendo sentado en una consola instalada dentro del quirófano.
Abordar cirugías complejas
El robot ha supuesto para el IVO un adelanto tecnológico que permite a los especialistas optimizar su experiencia previa en cirugía abierta y laparoscópica gracias a un refinamiento técnico que les permite mejorar los resultados funcionales de las cirugías, minimizar las complicaciones y acortar las estancias en el hospital, reproduciendo la experiencia de otros países donde este tipo de cirugía se ha implantado como la de referencia. El Da Vinci Xi no sustituye al cirujano, sino que se facilita su trabajo ganando mayor precisión en la intervención.
Durante las intervenciones, además de dos cirujanos y el anestesista, participan también dos efectivos de enfermería y una auxiliar que colaboran con los cirujanos para llevar a buen término la operación.
Beneficios tanto para el paciente como para el equipo médico
Dada la complejidad de las cirugías relacionadas con el cáncer, el avance que supone esta tecnología cobra especial relevancia en el campo de la oncología, con dos puntos de mejora clave como son, por un lado, una importante disminución de la agresión quirúrgica al paciente en la extirpación de tumores y, por otro, una gran mejoría en términos de recuperación del paciente para el inicio de otras terapias. Debido a la menor agresión quirúrgica que supone para el paciente, éste presenta una recuperación en el postoperatorio más temprana y, por consiguiente, puede iniciar antes el tratamiento complementario, en caso de ser necesario, o simplemente reincorporarse a su vida normal de una forma más rápida.
Además de estos dos beneficios claves en el campo de la oncología, la cirugía robótica conlleva otras ventajas, tanto para el paciente como para el equipo médico, que permiten mejorar de manera general los resultados funcionales de la cirugía respecto a la realizada con otras técnicas. En cuanto los beneficios para el paciente destacan especialmente la reducción del dolor en la fase postoperatoria; los mejores resultados estéticos, gracias a la posibilidad de abordar la cirugía con incisiones mínimas; y, en general, una recuperación funcional más rápida con estancias hospitalarias más breves. Entre las principales ventajas para el cirujano destacan una mayor precisión quirúrgica, clave para abordar cirugías de alta complejidad; una mejor visualización del campo quirúrgico, gracias a una visión en 3D con aumento de hasta 10 veces; la supresión del temblor físico de las manos del cirujano o de movimientos involuntarios; y, por último, la ergonomía, que permite al cirujano estar sentado en operaciones largas y complicadas que requieren mucha atención, entre otros.
Desde que se incorporara la tecnología del robot Da Vinci Xi, el IVO ha realizado más de 180 intervenciones en pacientes oncológicos. Aunque hasta el momento las intervenciones oncológicas realizadas corresponden a patologías tumorales de Urología y Cirugía Digestiva, está previsto en una segunda fase incorporar esta tecnología en las patologías oncológicas de Cirugía Torácica y Ginecología.