Desde la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), el doctor Joaquín Gavilá, jefe clínico del servicio de Oncología Médica recuerda la importancia que juega el diagnóstico temprano y la prevención en la lucha contra el cáncer: «Resulta vital poder diagnosticar el cáncer cuando está en fase precoz. Nos permite aplicar tratamientos que en general son más eficaces y menos complejos y esto mejora significativamente las posibilidades de supervivencia del paciente»
A través de una entrevista reitera los dos mensajes que deben calar en la población: «hay que acudir a las visitas programadas en las Unidades de Diagnóstico Precoz y, ante la sospecha de un posible tumor, existen circuitos hospitalarios que priorizan la atención a estos pacientes».
Pregunta.- Desde que estallara la pandemia, los expertos han alertado de su efecto colateral en el diagnóstico del cáncer ¿Qué mensaje trasladáis a la población en este sentido?
Respuesta.- Efectivamente, existen datos que indican que ha habido una reducción del 20-30% en el número de primeras visitas en los servicios de Oncología Médica, lo que se traduce en un posible retraso del diagnóstico. El mensaje es claro, en primer lugar, acudir a las visitas programadas en las unidades de diagnóstico precoz y en segundo, ante la sospecha de una posible neoplasia existen circuitos hospitalarios que priorizan la atención a estos pacientes.
P.- ¿Por qué es tan importante concienciar al público de acudir a la consulta médica cuando detecte alguna anomalía? ¿Qué síntomas son los más llamativos de que algo no funciona bien y debemos ir al doctor?
R.- Los síntomas son múltiples, pero, lo más destacable a modo general es que ante un síntoma que dure más de 2-3 semanas, de manera continua e incluso cada vez más intenso, deberemos consultar a nuestro médico. Existen síntomas específicos según el tipo de tumor: la aparición de un nódulo o cambio en las mamas, alteración en el ritmo intestinal, sangrado vaginal en mujeres menopáusicas, … Son síntomas y signos por los que siempre se debe acudir a la consulta.
P.- ¿Cómo podemos reducir el riesgo de cáncer?
R.- La mejor forma para curar una enfermedad es no desarrollarla, esta afirmación parece algo muy sencillo pero muy difícil de alcanzar. En el caso del cáncer, la prevención primaria podría sortear más del 50% de las neoplasias. Consistiría en evitar situaciones que se asocian a un incremento en la probabilidad del desarrollo de un tumor maligno. Un claro ejemplo, sería evitar el tabaquismo, eludiendo así un gran número de neoplasias tales como el cáncer de pulmón, vejiga, entre otros.
En el caso del cáncer de mama existen ciertas situaciones con exposiciones hormonales prolongadas como la presencia de menstruación de forma precoz, retirada tardía de la regla o la ausencia de embarazos podrían aumentar el riesgo. Otros factores sobre los que podemos actuar para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad serían aspectos ambientales que aumentan el riesgo de cáncer de mama como son el consumo de alcohol, la obesidad y la falta de ejercicio. También la vacunación frente al virus del papiloma ayudará a reducir la incidencia del cáncer de cérvix y otras neoplasias relacionadas.
Por último, existe un grupo de neoplasias con cierto componente hereditario, ejemplos claros son el cáncer de mama y ovario, así como el cáncer colorrectal, donde la toma de actitudes preventivas impactará en el futuro desarrollo de una neoplasia. Todo paciente o familia con sospecha de una neoplasia hereditaria deben de ser estudiadas en una unidad de consejo genético.
P.- Por tanto, el diagnóstico precoz, es la mejor arma para combatir el cáncer ¿Qué son los programas de cribado y cuáles existen?
R.-En la mayoría de los tumores el diagnóstico precoz o prevención secundaria influye en el pronóstico del paciente. Es fundamental, ya que permite diagnosticar el cáncer cuando es muy pequeño y supone además un menor riesgo de recaída y una menor probabilidad de metástasis. Además, ese diagnóstico precoz es fundamental para aplicar tratamientos menos agresivos con los que se logran resultados muy buenos y una mejor calidad de vida del paciente.
En el caso del cáncer de mama, 9 de cada 10 mujeres serán diagnosticadas de cáncer de mama localizado, lo que significa que es potencialmente curable. A los 5 años, la tasa de curación rondaría entre el 80-85%. Por ello es fundamental que toda mujer acuda a los centros de diagnóstico precoz y se realice las mamografías indicadas. En la Comunidad Valenciana, este diagnóstico precoz se realiza a las mujeres entre los 45 y 70 años.
Además, el diagnóstico de un tumor de mama de forma temprana permite realizar cirugías menos agresivas, evitando tratamientos sistémicos como la quimioterapia. De esta forma, reducirían las secuelas buscando siempre el menor impacto en el paciente.
Del mismo modo, en tumores colorrectales, de próstata y de cérvix, existen programas de diagnóstico precoz que ayudarán a mejorar su pronóstico.
P.- ¿Existen cribados para detectar en fase temprana todos los tipos de cáncer? ¿Cuáles son los más difíciles de descubrir y en qué se puede sensibilizar más a la población?
R.- Por desgracia no existen programas de diagnóstico precoz para todas las neoplasias y ello depende de dos factores: la falta de recursos y que el diagnóstico precoz debe impactar de forma positiva en la supervivencia de la neoplasia específica.
P.- ¿Cómo ha cambiado en los últimos años la prevención temprana?
R.- La respuesta es claramente positiva, la incorporación de nuevos programas de diagnóstico precoz a las unidades de cribado ha sido una gran noticia. Un ejemplo es el test de sangre oculta en heces en población mayor a 50 años que permite el diagnóstico y exéresis de lesiones premalignas evitando la aparición de neoplasias colorrectales.
P.- ¿Cómo influye realizar actividad física de forma rutinaria y llevar una buena alimentación?
R.- La obesidad tras el tabaquismo es el principal factor de riesgo asociado al desarrollo de un cáncer. De este modo, una dieta saludable, evitar el consumo de alcohol y sobrepeso, así como realizar ejercicio físico durante una hora 3-4 veces por semana permitirán reducir el número de nuevos casos de las neoplasias relacionadas con la obesidad.