El 31 de marzo se celebra el Día Mundial del Cáncer de Colon, una patología que se estima que este año alcance los 43.581 nuevos diagnósticos en España. Sin duda, un importante problema de salud pública que representa el segundo tumor que más muertes ha producido por cáncer en nuestro país en 2020. Aunque existe una relación directa entre entre la edad y el cáncer colorrectal, expertos como el Dr. Marcos Melián, del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), advierten que «en los últimos años se ha observado un aumento de su incidencia en los adultos jóvenes entre los 30 y 50 años».
Además de avanzar en nuevas líneas de investigación y tratamientos personalizados, desde el IVO se recuerda la necesidad de concienciar sobre la importancia del diagnóstico precoz. En el caso del cáncer de colon, los síntomas suelen aparecer en fases avanzadas por lo que los cribados y las revisiones periódicas son fundamentales para un diagnóstico temprano.
– ¿Cuál es la incidencia del cáncer de colorrectal?
A nivel mundial es el tercer tumor en incidencia, con 1.931.590 casos en el año 2020, solo por detrás del cáncer de mama y de pulmón. Sin embargo, se estima que en España el cáncer de colon y recto será el que mayor incidencia tendrá durante el año 2021 con cerca de 43.581 casos. Además, es el segundo tumor que más muertes ha producido por cáncer en nuestro país en el año 2020 con 16.470 fallecimientos. Por tanto, se trata de un importante problema de salud pública.
– ¿Cómo se producen estos tumores?
La generación de un cáncer colorrectal habitualmente es lenta. Normalmente para que se produzca un cáncer en el colon, primero debe existir uno o varios pólipos, esos transformarse en adenomas y posteriormente ya en carcinomas. De forma global, se estima que este proceso puede tardar en desarrollarse aproximadamente 5 años.
– ¿Existe una relación directa entre la edad y el cáncer colorrectal? ¿ A qué grupo de población afecta?
Sí, existe una relación directa entre la edad y el cáncer colorrectal. El 90% se diagnosticará por encima de los 50 años y una gran parte por encima de los 65 años. Por tanto, existe un aumento exponencial del riesgo de padecer cáncer colorrectal con la edad. No obstante, puede afectar a cualquier grupo de edad, de hecho, en los últimos años se ha observado un aumento de su incidencia en los adultos jóvenes entre los 30 y 50 años.
– ¿Existen factores que aumenten el riesgo de padecer este tipo de cáncer?
Efectivamente, podríamos agrupar los factores de riesgo es dos grupos, aquellos modificables como pueden ser los relacionados con el estilo de vida y la dieta y otros no modificables, como podrían ser los relacionado con el envejecimiento, los antecedentes familiares de cáncer colorrectal, la presencia de enfermedades inflamatorias intestinales que predisponen a una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de colon, como es la Colitis Ulcera y la Enfermedad de Crohn y por último, los síndromes hereditarios de cáncer colorrectal, que son aquellos producidos por alguna alteración genética como el Síndrome de Lynch y la Poliposis Adenomatosa Familiar. Sin embargo, el cáncer colorrectal debido a estos síndromes hereditarios es poco frecuente (< 5%).
– ¿Cuáles son sus síntomas?
En ocasiones el cáncer de colon no produce grandes síntomas identificables hasta etapas muy avanzadas. No obstante, los principales síntomas a tener en cuenta a la hora de activar un posible proceso diagnóstico son, dolor abdominal, cambios en el hábito defecatorio, sensación de inadecuado vaciamiento intestinal, sangrado con o sobre las heces y pérdida de peso inexplicable por otras causas.
– ¿Se puede prevenir o disminuir su mortalidad?
Por supuesto que sí. En primer lugar, modificando hábitos de vida probablemente podríamos disminuir drásticamente su incidencia. De este modo, favoreciendo la dieta rica en verduras, frutas y fibra, evitando el consumo de carnes rojas y procesadas así como el alcohol y el tabaco, podríamos prevenir la aparición del cáncer. En segundo lugar, en lo que respecta a la mortalidad, impulsando el diagnóstico precoz de la enfermedad en etapas más precoces podemos disminuirla.
– ¿Cómo repercute en la evolución del paciente una detección precoz y como se puede llevar a cabo?
Repercute de forma muy importante, ya que la mortalidad por cáncer de colon aumenta exponencialmente con la etapa o estadio en el que se diagnostica el tumor. De esta manera, cuando diagnosticamos tumores en fases muy tempranas o localizadas (estadios I y II) el porcentaje de curación puede alcanzar en torno al 70-90% de los casos. Sin embargo, cuando detectamos la enfermedad en fases más avanzadas (estadios III o IV) la supervivencia decrece drásticamente, siendo en el estadio IV inferior al 15%.
Todo ello, hace de vital importante el cribado poblacional o el diagnostico precoz mediante test de sangre oculta en heces y colonoscopias a partir de los 50 años. Si bien es cierto, que debido al aumento de incidencia en población más joven, no debemos pasar por alto síntomas específicos de la enfermedad y activar el procesos diagnóstico correspondiente.
– ¿Influyen los antecedentes médicos?
Dentro de los factores de riesgo médicos conocidos existe principalmente uno que aumenta la probabilidad de cáncer de colorrectal.
Los pacientes que padecen enfermedades inflamatorias intestinales de largo tiempo de evolución, tales como la Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn ven incrementado su riesgo de padecer este tipo de cáncer. Afortunadamente en las últimas décadas este riesgo ha ido disminuyendo progresivamente debido a las mejoras en el tratamiento de dichas enfermedades y la instauración del diagnóstico precoz.
– ¿Qué tratamientos son los más recomendados?
La base del tratamiento del cáncer colorrectal es la multidisciplinariedad. Todos los tratamientos son importantes, desde la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
Lo más importante es la valoración de estos y su secuencia de administración en comités de tumores multidisciplinares donde participen todos los médicos implicados en el manejo integral del paciente con cáncer colorrectal.
– ¿En qué casos es necesaria una cirugía?
Hoy en día, la cirugía es la piedra angular del tratamiento en aquellos tumores localizados únicamente en el colon o en el recto. Además, la cirugía es necesaria en aquellos pacientes con enfermedad avanzada en forma de metástasis en los que el tumor primario del colon produzca síntomas (dolor, estreñimiento, anemia…), de este modo, es plausible plantear una cirugía paliativa con el objetivo de solucionar los síntomas mencionados anteriormente.
– ¿Cómo han evolucionado estos tratamientos con el paso de los años?
En los últimos años, el tratamiento del cáncer de colorrectal ha evolucionado satisfactoriamente.
En cuanto al tratamiento con radioterapia, la mejoría en las técnicas y en la duración de esta ha favorecido el control de la enfermedad, disminuyendo así sus efectos secundarios, tanto agudos como crónicos. Así mismo, las técnicas quirúrgicas también han presentado una evolución positiva con la instauración cada vez más frecuente de la cirugía robótica y laparoscópica.
Por último, en relación con el tratamiento médico se han desarrollado varios fármacos dirigidos contra algunas alteraciones moleculares específicas presentes en el cáncer colorrectal. De especial interés es el desarrollo de la inmunoterapia en los pacientes que presentan inestabilidad de microsatélites, en los cuales el tratamiento con esta terapia aporta un beneficio en supervivencia significativo. También, cabe destacar el desarrollo de terapias para el gen BRAF, el cual confiere una evolución más agresiva de la enfermedad y donde el desarrollo de varias moléculas también ha mostrado beneficios para los pacientes.
En definitiva y para concluir, el tratamiento en el cáncer colorrectal se dirige hacia lo que conocemos como la Medicina de Precisión, es decir, conocer molecularmente la enfermedad para así individualizar el tratamiento de cada paciente.