El cáncer de mama es una enfermedad que se diagnostica cada año en España a más de 28.000 mujeres y que, según los expertos, afectará a una de cada ocho mujeres a lo largo de su vida. La cita, que cobra fuerza año tras año, trata de concienciar sobre la prevención como “el mejor camino para aumentar la supervivencia”.
Aunque existen determinados factores que predisponen a las mujeres a padecer este tipo de tumores, como tener más de 50 años o antecedentes familiares, los expertos recuerdan que, a diferencia de otros tipos, los programas de prevención primaria y secundaria son grandes aliados a la hora de reducir su mortalidad. Ya sea evitando el desarrollo del tumor (prevención primaria) a través de una alimentación saludable, de la protección frente al sol y la contaminación del medio ambiente, limitando el consumo de alcohol etc., como detectando- a través de programas de prevención secundaria- a mujeres con mayor riesgo de padecerlo o con tumores en fases incipientes. Y es que solo las mamografías detectan cada año el 90% de los tumores.
Desde el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), la Dra. Elena Oliete, médica adjunta de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria; y el Dr. Salvador Blanch, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica, abordan las claves sobre el papel de la prevención del que está considerado como el cáncer de mayor incidencia en la mujer.
Prevención primaria: claves
Pregunta.- ¿Qué hábitos de vida saludable son clave para evitar un cáncer de mama?
Elena Oliete.- Debemos esforzarnos por divulgar los doce consejos imprescindibles que recoge el Código Europeo Contra el Cáncer. Es fundamental que entre todos concienciemos del papel fundamental que juegan en la prevención del cáncer y conseguir que guíen nuestros hábitos de vida.
En ese sentido, es fundamental erradicar el tabaquismo, vivir y convivir en espacios libres de humo, mantenernos en un peso saludable a través de una alimentación adecuada e incorporando la actividad física de manera reglada, limitar el consumo de alcohol, evitar también la exposición al sol, en nuestra actividad laboral protegernos de sustancias cancerígenas, promocionar la lactancia materna, responsabilizarnos de nuestra participación en los programas vacunales correspondientes a nuestra edad y por supuesto, participar en los programas establecidos de cribado de cáncer. Estos doce consejos resultarán de especial importancia en la prevención del cáncer de mama.
Pregunta.- Dra. Oliete, codirigió usted un programa en colaboración La Fe, La Fundación Trinidad Alfonso, Suma Centros Deportivos y GEPACV, orientado a evaluar las implicaciones del deporte en pacientes que habían padecido cáncer de mama. ¿Cuáles fueron las conclusiones y qué balance hace?
Elena Oliete.- Las conclusiones hablan muy favorablemente de la participación en programas específicos de entrenamiento como elemento clave a la hora de adquirir y mantener una actividad física adecuada. El papel de los profesionales involucrados fue fundamental y el balance altamente positivo, especialmente por la respuesta recibida por parte de las pacientes, por los resultados favorables y también por la experiencia de participar en un grupo interdisciplinar altamente motivado.
«El riesgo de cáncer es un 4% menor en personas que entrenan al menos 30 minutos al día»
Pregunta.- ¿Cuántos días a la semana debería entrenar una persona que ha padecido cáncer de mama? ¿Qué tipo de entrenamientos recomendaría para una paciente?
Elena Oliete.- La OMS recomienda practicar actividad física moderada, como mínimo durante 30 minutos al día. O en su caso, 150 minutos semanales. Se considera que el riesgo de cáncer es un 4% menor entre las personas que siguen esta recomendación. Desde el IVO individualizamos las pautas a las características de cada mujer: sus condiciones y hábitos previos, su situación basal, el momento de la enfermedad y tratamiento en que se encuentra… el plan siempre se adecúa a cada una de ellas en tiempo y lugar.
Tratamos además de combinar ejercicios de fuerza y resistencia, aeróbicos y de flexibilidad, incluyendo también el equilibrio en nuestra población mayor. Programamos el tipo de ejercicio, la frecuencia, tiempo e intensidad según el perfil de la paciente, buscando el equilibrio con su vida, su lugar de residencia, sus grupos de apoyo… Nuestro objetivo es que la paciente logre adherencia al ejercicio con el tiempo.
Pregunta.- ¿En qué debería consistir la dieta de una paciente de cáncer de mama?
Elena Oliete.- Todos deberíamos de mantener una alimentación saludable compuesta por alimentos de origen vegetal, mucha frutas y verduras, algunas legumbres, judías y guisantes, pan integral y otros alimentos feculentos, como pasta o arroz. A eso se pueden añadir cantidades moderadas de carne magra, pollo o pescado y lácteos parcialmente descremados, o bien alternativas vegetarianas, evitando carnes procesadas y limitando también el consumo de bebidas alcohólicas.
En líneas generales, un consumo abundante de cereales, legumbres, frutas y verduras es beneficioso para reducir el riesgo de cáncer.
Pregunta.- ¿En qué grado una paciente con cáncer de mama puede o debe tratar de llevar una vida normal?
Elena Oliete.- Siempre recomendamos a nuestras pacientes tratar de retomar la normalidad en cada etapa de la enfermedad. Quizás no exactamente la misma, pero sí la más parecida, adecuada a cada momento del proceso y segura para ella.
Prevención secundaria: cribados que salvan vidas
Pregunta.- ¿En qué consiste la detección precoz del cáncer de mama? ¿Cómo ayuda la detección temprana a salvar vidas?
Salvador Blanch.- La detección precoz es uno de los avances más importantes en el cáncer de mama. Gracias a las mamografías periódicas que se realizan las mujeres de nuestro país, conseguimos diagnosticar el cáncer de mama en etapas muy tempranas y por consiguiente obtenemos una mayor curación con tratamientos menos agresivos.
Gracias al diagnóstico precoz, a las nuevas terapias individualizadas en los distintos tipos de cáncer de mama y a los continuos avances, la supervivencia de las pacientes ha ido aumentando progresivamente. Actualmente en nuestro país, a los cinco años del diagnóstico, la supervivencia se sitúa alrededor del 85%.
«En contra de lo que se piensa, el dolor no es un síntoma frecuente del cáncer de mama en sus etapas iniciales»
Pregunta.- ¿Cuáles son los síntomas deben hacernos pensar que nos encontramos ante una sospecha de cáncer de mama?
Salvador Blanch.- Cuando el cáncer de mama se diagnostica por sus síntomas, el más frecuente es un bulto en la mama. Esto ocurre en aproximadamente el 75% de los cánceres diagnosticados clínicamente. Sin embargo, no hay que pensar en absoluto que todo bulto en una mama es sinónimo de cáncer. Las mujeres en edad fértil a menudo presentan lo que se denomina mastopatía fibroquística, que puede producir bultos palpables en las mamas que no representan ningún peligro.
El segundo síntoma de cáncer de mama en frecuencia es la hinchazón (en ocasiones asociada a enrojecimiento) de una mama. En contra de lo que se cree habitualmente, el dolor no es un síntoma frecuente del cáncer de mama en sus etapas iniciales. Solo aparece en aproximadamente el 5% de los casos. En otras palabras, en la inmensa mayoría de los casos el dolor mamario en una mujer en edad fértil es debido a procesos benignos.
Pregunta.- ¿A partir de qué edad es recomendable empezar a hacerse chequeos?
Salvador Blanch.- En la Comunidad Valencia la recomendación de iniciar el cribado de cáncer de mama es desde los 45 a los 65 años. No obstante, si cualquier mujer, a cualquier edad, se palpa algún nódulo sospechoso, debe acudir urgentemente a su médico para una valoración.
Pregunta.- ¿Cuáles son los factores de riesgo más importantes del cáncer de mama?
Salvador Blanch R.- Lo primero que hay que saber es que tener varios factores de riesgo no significa que vayas a padecer una enfermedad, de la misma manera que no tenerlos tampoco asegura que no la vayas a desarrollar.
Partiendo de esa base, existen dos tipos de factores de riesgo. Los modificables: aquellos que están en nuestra mano como por ejemplo perder peso, realizar ejercicio físico, evitar el sedentarismo, mantener una dieta sana y equilibrada y evitar el consumo de alcohol y tabaco. Además, están los no modificables: aquellos sobre los que no podemos actuar como la edad, predisposiciones genéticas etc.
Pregunta.- ¿Cómo son los programas de cribado que se realizan en el IVO? ¿Cómo se puede participar?
Salvador Blanch R.- El IVO cuenta con una Unidad de Detección Precoz de mama, ubicada en la Calle de la Estrella. En ella se realizan cribados de cáncer de mama, a través de mamografías periódicas y, en caso de lesión sospechosa, se derivan al IVO para la realización de una biopsia.
«El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres de 45 a 65 años»
Pregunta.- Algunos estudios han relacionado el consumo de alcohol en la adolescencia a mayor riesgo de padecer cáncer de mama ¿Qué dicen los datos?
Salvador Blanch R.- Más de 100 estudios epidemiológicos han considerado la asociación entre el consumo de alcohol y el cáncer de mama, observándose mayor riesgo en aquellas que tenían un mayor consumo de alcohol.
Un meta-análisis de 53 de estos estudios (58.000 mujeres con cáncer de mama) demostró que las mujeres que bebían más de 45 gramos de alcohol diarios tuvieron 1,5 veces el riesgo de padecer cáncer de mama que quienes no lo hicieron.
Estos datos podrían ser incluso mayor en adolescentes, ya que son edades en las que todavía se encuentran en desarrollo y el efecto carcinógeno del alcohol podría ser superior.
«Es vital que ninguna mujer retrase la fecha de su mamografía de cribado porque salvan vidas»
Pregunta.- Aunque el cáncer de mama es uno de los que mayor visibilidad tiene a nivel social. En su opinión ¿Qué queda por hacer en materia de concienciación?
Salvador Blanch R.- Es fundamental continuar en el mismo camino. Aunque la concienciación a nivel social de este gran problema es muy alta, mi recomendación va en la línea de que ninguna mujer retrasara la fecha de su mamografía de cribado porque salvan vidas. De la misma manera que si se palpan algún bulto en el pecho que acudan urgentemente a su médico.