El Doctor Joaquín Gavilá, jefe clínico del Servicio de Oncología Médica del IVO ha participado en el ensayo clínico Coralleen, promovido por el grupo académico nacional SOLTI, mostrando unos resultados prometedores: un tratamiento biológico que podría evitar la quimioterapia en uno de los cánceres de mama hormonosensibles más agresivos gracias a la combinación de los fármacos Ribociclib y Letrozol.
«Se ha demostrado que la combinación de estos medicamentos presenta una eficacia similar al tratamiento con quimioterapia, con un perfil de toxicidad mucho mejor» ha destacado el Doctor.
Asimismo, el estudio, que ha tenido la duración de año y medio, se ha llevado a cabo en 21 hospitales españoles, entre ellos el IVO, que se encuentra dentro de la red de centros del grupo académico nacional SOLTI, y han participado 106 mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama hormonosensible candidatas a un tratamiento sistémico que se administra previamente a la cirugía, lo que se conoce como tratamiento neoadyuvante.
El Dr. Gavilá, destaca que la gran ventaja que supone este nuevo tratamiento «junto a su eficacia, es la vía de administración, ambos agentes son fármacos orales y además tienen un perfil de efectos secundarios mucho mejor que la quimioterapia. El principal efecto secundario es la neutropenia, el descenso de las defensas, se trata de una complicación de fácil manejo, ya que no aumenta el riesgo de infecciones y con ajustes de dosis o interrupciones de corta duración se resuelve fácilmente, a diferencia de la quimioterapia, donde su perfil de efectos secundarios limita mucho la calidad de vida de las pacientes.»
El Dr. Gavilá, junto con el Dr. Aleix Prat, ha sido uno de los investigadores principales del estudio. La idea y el diseño del estudio fue generada por ambos y los miembros del Comité Científico del grupo. «Todo el desarrollo del protocolo del ensayo, selección de centros participantes, seguimiento de las pacientes así como publicación de los datos se llevó a cabo gracias a todo el personal que trabaja en las oficinas del grupo SOLTI», añade el experto.
El estudio incluyó pacientes postmenopáusicas con cáncer de mama hormonosensible. El aspecto más importante es que previamente al inicio de tratamiento se realizaba un test genético conocido como PAM50 y solo se incluyeron a aquellas con alto riesgo de recidiva, conocidas como Luminales B.
Tras seis meses de tratamiento biológico, al analizar de nuevo el riesgo de recidiva mediante esta prueba genética, se demostró que cerca del 50% de las pacientes pasaban de un riesgo alto a un bajo riesgo de recaída.
«Aquellas pacientes con cáncer de mama hormonosensible precoz con un alto riesgo de desarrollar metástasis a distancia en los siguientes 10 años son las que podrán beneficiarse de este tratamiento» ha indicado en Doctor.
«Los datos generados del estudio todavía no pueden aplicarse a la práctica clínica. Son resultados muy importantes ya que por primera vez se demuestra que esta combinación tiene una eficacia similar a la quimioterapia en pacientes con cáncer de mama con alto riesgo de recaída, donde hasta la fecha actual el tratamiento de elección para estas pacientes está basado en agentes quimioterápicos» ha concluido Gavilá.
Este estudio ha sido presentado recientemente en uno de los congresos internacionales más importantes sobre investigación de cáncer de mama, San Antonio Breast Cancer Symposium en Texas (Estados Unidos). Además, ha sido publicado en una de las revistas de mayor impacto científico como es Lancet Oncology.